Uno de los tantos problemas que existen en nuestro país, va tomando día a día mayor arraigo, pareciera ser que por cada libro leído se fueran años de verdadero gozo, si bien es cierto que cada uno de los que han leído un libro, en su mayoría ha sido por cuestiones escolares. Una vez que cumplen con la encomienda, el libro tiene como destino final el quedar en una caja con diversos artículos, servir de diversión a los niños o sólo para servir de calza.
El problema en su mayoría se le atribuye a la falta de interés por parte de los gobernantes, pero si bien es cierto, -la educación se empieza en casa-, donde en casi toda la población, pasa más tiempo en disfrutar los emocionantes capítulos de novelas que nos brindan las diferentes compañías televisivas, que permanecer unos minutos en el mundo de las letras.
Es por eso que al ver esta acción los niños(donde de acuerdo a su edad, absorben todo como esponja) crecen con la misma idea de ir a laboral, llegar a su casa y después permanecer más de una hora sentado viendo el aparato televisivo.
La lectura que es absorbida por un número pequeño de personas, ha sido de bastante ayuda en todas sus tareas que realiza a diario, le abre un campo inimaginable de conocimientos, donde al aplicarlos a los que no lo poseen, son vistos de una manera muy especial, -dando alusión a lo comentado, se presta para mencionar una frase muy conocida por varios, la cual es- "la información es poder".
Sin duda alguna el dejarse envolver en todo el mundo que se aparece al abrir un libro, no solo te hace una mejor persona, también te hace sentir el verdadero motivo para vivir, te brinda una herramienta para poder visualizar distintas acciones que pasan en tu hogar, trabajo y gobierno.
Todo cambio requiere demasiado tiempo e interés de los involucrados, es por eso que tanto como autoridades y población, deben de llegar a un consenso para poder hacer el habito de la lectura en nuestro país y sea visto como una necesidad para poder seguir creciendo como nación, la cual en estos tiempos contamos con diferentes aliados como los son las distintas redes de comunicación.
Si bien es cierto que para poder realizar todo lo posible en llevar a cabo este acontecimiento, se debe hacer uno mismo el compromiso de decir que un libro me abrirá conocimiento, y este mismo trazará mi estatus social y a las generaciones venideras.
Tomado del texto:
Carlos Monsiváis, “Elogio (innecesario) de los libros” en http://www.sergioramirez.org.ni/index2.html, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, 2004.
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